Regocijado en tus brazos

En ocasiones necesitamos del afecto de otra persona para sentirnos confortados, para sentir ese cuidado que nos hace falta para saber que somos importantes. 

Ese amor lo podemos obtener de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros amigos, y en especial de nuestros compañeros ideales. Somos seres que necesitamos ser queridos y que por lo tanto tenemos mucho por ofrecer. 

Pero cuando tenemos una relación establecida, la otra persona es el destino final de nuestro cuerpo y alma, ¿lo has sentido antes? 


El cielo está nublado y hace frío 
el ambiente no es nada agradable y a veces siento miedo 
el viento hace que me encoja para sentir calor 
el tiempo no es el adecuado para amar la impresionante naturaleza. 

El firmamento sigue nublado 
hace frío y solamente deseo llegar a casa en busca de aquel calor irreemplazable 
sin embargo el camino se vuele triste y melancólico 
pretendo apresurarme para ya no ser invadido por esta mala ilusión 
entonces te imagino tan radiante y llena de energía 
presiento que estoy cerca cuando en realidad no es así. 

Está oscuro pero tengo fe 
entonces trato de recordar tu auténtica belleza 
y sonrío mientras veo en mi mente tu rostro inocente 
pero empiezo a encenderme cuando pienso en tu cuerpo 
y en la presión apasionante de tus frágiles brazos 
aquellos con los que me haces sentir vivo y satisfecho. 

Es de mañana y sigue haciendo frío 
mi viaje se ha tornado intenso por no tenerte en mi pecho 
la sensación de soledad es reprimida con tu recuerdo 
y ni siquiera el hambre o la sed se comparan con la necesidad de tu presencia 
es que estoy enamorado 
es que mi fantasía se ha tornado en amor sincero. 

Tú haces que mis viajes sean incomparables 
esto por tus inolvidables despedidas y por tus cariñosas bienvenidas 
por tus palabras de aliento y porque sabes que todo saldrá bien 
sé que tu espera también es dolorosa 
pero ambos sabemos que nuestros sentimientos lo superan todo. 

La magia de tu pasión hace que quiera volver urgentemente 
y cuando al fin llego confirmo que me has extrañado más que antes 
pero creo que yo sufro más 
pues no tengo cerca de mí tu aroma ni tu blando pecho 
tampoco esos ojos que me hacen soñar 
ni aquella alegría contagiosa que no hay en las urbes a donde me dirijo. 

Veo que mi hogar está bajo unas nubes grises 
es un tiempo muy desalentador y frío 
pero ya dejé de preocuparme por ese problema 
yú y tu intensidad a la hora de amar lo resuelven todo 
jamás ponemos reglas cuando nos queremos 
y cuando nuestros cuerpos se unen es cuando me siento seguro 
tal circunstancia me hace feliz 
me hace sentir como un niño protegido o como un hombre que es amado de verdad.

Jamás he dudado de tu fidelidad 
ni tampoco me atrevería a pensar que podríamos fracasar 
no soportaría estar sin tu calor 
el frío de la soledad hace que no pueda ni siquiera imaginar esa situación.


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