Alguna vez nos ha pasado por la cabeza encontrar a esa compañera o compañero que nos hará felices por siempre. Creo que es una forma de pensar muy optimista y que le hace bien a quien percibe su futuro de esa manera.
Hoy en día es fácil enamorarse, apenas uno voltea y ya hay quien nos mire y nos regale una sonrisa, pero en ocasiones hallamos algo más.
Así es, llega aquel momento especial donde estamos al frente de esa reina o príncipe azul que nos ha robado e alma.
He añorado siempre una travesía de amor incomparable
jamás fui exigente con tremenda petición
mantuve los pies sobre la tierra
caminé esperando un viento a favor
me senté en parques y plazas
en playas y escenarios asombrosos
no había nadie que me diera amor sincero.
Amor del bueno siempre añoré
con una mujer que me quisiera con verdad
que me regalara su alma y su cuerpo
que se entregara a la pasión sin vacilar
que jugara cuando fuese necesario
que sonriera cada vez que sintiera tristeza
que me diera un beso de aquellos que no se olvidan
todo eso imaginé
nada tengo ahora.
Ya no quiero despertar solo
no necesito una casa enorme ni una cama fría
requiero de cariño puro
y de un calor de hogar formidable
espero las caricias maravillosas
y la brisa del viento en mi aliviado corazón.
Fue un martes de noviembre
apenas estaba saliendo el sol radiante
ella apareció para saludar mi espíritu
sentí que la mitad de mí se iba con su caminar
quise perseguirla pero no podía
quise abrazarla pero no tenía derecho
entonces la miré hasta decir basta
la miré tanto tiempo
que sin dudas puedo decir
que me he enamorado.
La hermosa figura de mis sueños
cobra vida de pronto
en una calle popular
ella ha nacido de la nada
jamás la había visto
puede ser que no se de por aquí
puede ser que haya venido para acabar con mi pena.
Entonces me presto para buscarla
conquistar su corazón es mi prioridad
tener su mirada sólo para mí es lo que necesito
ya viví malas épocas melancólicas
llenas de terror y lágrimas
ahora quiero reír
como un niño cuando es feliz
o como un hombre correspondido.
Cada día que pasa la quiero más
es grandiosa y atractiva
elegante y recatada
dulce y amarga
porque habla como un ángel
pero aún no es mía
tiene un cuerpo sensacional
como moldeado por un escultor de obras de arte
sus lindos ojos hacen que la vida tenga sentido
y su cabello es como interminables enredaderas
que atrapan todos mis pensamientos.
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