Optimismo sin límites

Poder decirle a la vida que sí no es algo que todos podamos hacer, así de simple, parece mentira pero es una realidad a la que tenemos que adaptarnos. Pero es bueno saber e imaginar que sí hay y habrá personas que puedan vencer las calamidades que esta misma vida les ofrece sin miramientos. Seamos realistas, no se han preguntado alguna vez lo siguiente: ¿por qué le va tan mal a esa gente o a aquel hombre que camina por la calle casi desnudo y con una aparente hambre insaciable? 

Bueno, dicha realidad es terrible pero siempre podríamos brindar la mano para que el prójimo no se vea tan desfavorecido, ¿es complicado?, claro que sí, sin embargo cada vez que podamos debemos intentarlo pues hubo un hombre hace miles de años que puso la otra mejilla, no por caerles bien a los demás sino para enseñarles a todos que sí es posible tener un poco de esperanza para con todos nuestros semejantes. 

Esta consideración hacia los demás es muy útil y requiere de un optimismo envidiable, pero también lo requieren, y en ciertas dosis enormes, aquellas personas que tratan de no quedarse estancados y prácticamente en el olvido. Quizás las siguientes palabras sirvan de mucho a los enamorados que no se dan por vencidos a la hora de conquistar el amor verdadero e incondicional. 

Optimismo sin límites

Ser el dueño de mi destino

¿cómo serlo si parece que soy títere de la injusticia?

parece sencillo en la voz de los exitosos

pero la vida es diferente para todos

más para los que hemos caído en un hoyo tan profundo

un hoyo que quizás hayan cavado los demás.

Si la vida fuera como el mar,

sería fácil llegar nadando a las metas

pero es curioso

ya que muchos lo hacen nadando, literalmente.

Quisiera ser libre para poder decidir nadar en vez de arrastrarme

es como una tortura diaria conseguir lo que quiero

¿por qué sucede esto cuando estoy a punto de ser feliz?

quizás el secreto sea volar

hasta poder divisar el prometedor futuro que me espera.

A veces me invade la adrenalina hasta el tope

es tanta la excitación que es casi imposible decir que no

me creo capaz de todo

capaz de obtener lo que he imaginado en cuestión de segundos

capaz de llegar al cielo de un salto

capaz de vencer hasta el más fuerte luchador

capaz de sobrepasar cualquier habilidad innata,

capaz de no perder tanto como siempre.

Lamentablemente esto dura muy poco

pues ni mi mente ni mi cuerpo pueden soportar tanta carga emocional

entonces vuelvo a la realidad y reflexiono

que lo más sensato es seguir intentando

intentar hasta que el amor llegue a mí

hasta que el éxito profesional me sonría

hasta que mi familia vuelva a estar nuevamente unida

hasta que pueda sentirme tranquilo con todas las mañanas

y hasta que pueda sentirme capaz de hacerlo todo en realidad.

Foto: Clicpsicologos.com