Cuando sentimos que la vida nos sonríe con la persona que siempre hemos buscado simplemente nos queda mirar al cielo y sentirnos privilegiados, pues un premio como ese no se puede obtener así de pronto. En la mayoría de los casos conocemos a alguien especial pero dicha persona quizás no colme nuestras expectativas, y entonces seguimos en la búsqueda mirando y percibiendo si algún día lograremos en verdad ser felices.
Pero mientras tanto lo somos, de alguna manera, viviendo experiencias sublimes e inolvidables, solemos reír, conversar hasta altas horas de la noche, incluso nos molestamos y hasta lloramos. He oído hablar tanto de “los buenos amores” que no son precisamente “los grandes amores” que uno siempre espera tener.
Gracias por tu bendito amor
Estaba caminando solo por esta vida
tenía una amarga existencia lo puedo confesar
las cosas no me salían como lo tenía previsto
y para colmo mi sacrificio no era claramente compensado
así solía estar demasiado frustrado y al parecer con las manos atadas.
Y seguía caminando solo
en un desierto sin sentimiento y sin buena fortuna
tan demacrado pero con cierta dosis de esperanza como siempre lo recomiendan
cabizbajo y suspirando, así es como caminaba
como perdonando al viento
recogiendo aliento cada vez que podía y luego continuaba.
A pesar de todo a veces las cosas mejoraban
sentía nuevamente ganas de seguir peleando para no fracasar
pero igualmente la soledad invadió mi corazón
esta vez me di cuenta que la mirada de una mujer hacía falta en mi casa
que los cuidados tan delicados de alguien tan sensible podrían reanimarme
que una sonrisa tan aguda pero dulce a la vez podría sacarme de mis penurias.
Entonces de pronto un jueves por la tarde contemplé una belleza singular
un cabello largo, negro y rizado
un cuerpo bien formado
un caminar perfecto de aquellos que jamás se olvidan
y una voz que no podría dejar de recordarla
eso pasó aquel día cuando me enamoré.
Pero el miedo hizo su parte en esta nueva historia
ya antes había perdido en el amor por culpa de una mujer ingrata
aquella que deshizo mis ilusiones y me dejó cual moribundo decaído
fui muy infeliz y no me gustaría pasar por ello nuevamente
sin embargo lo que empieza hoy parece ser todo lo contrario
me he enamorado y pienso darlo todo para ya dejar de sufrir
a partir de ahora no pienso quejarme por el desamor
ni por la tristeza de una vida sin éxitos
simplemente me entregaré a los brazos de la felicidad.
Mi gran amor pasó
pero ahora es tiempo se seguir a mi instinto
ahora es momento de abrir mi corazón para poder empezar con alguien valioso
aquella mirada me dijo todo
ahora sé que una nueva aventura comienza
al fin puedo estar seguro que tengo que seguir
este camino no es como los demás
puedo divisar una luz intensa que me guía hasta la eternidad.
La vida no fue justa
mi desconsuelo fue enorme
el destino fue más que inconsciente
y yo me dejé derrotar.
Ahora todo ha cambiado
el espíritu de aquella mujer incentivó el mío
me siento rejuvenecer
el sufrimiento quedó atrás
y las ilusiones por fin cobran sentido.
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