El presente es el que nos toca experimentar, así queramos o no, y dependiendo de la realidad en la que nos encontremos, veremos luz o quizás oscuridad, alegría o tristeza, sueños o pesadillas, ilusiones o meras y terribles decepciones.
A pesar de todo es mejor sentir fe y esperanza cuando nos ha tocado estar dentro de un mundo lleno de adversidades, de malos tratos, de falsas promesas, de juramentos de amor perpetuo, de acuerdos para una existencia sublime, etc.
No es fácil ponerse en los zapatos de los demás pero sin duda alguna en ocasiones es mejor tratar de entender para poder ayudar a alguien que en verdad lo requiere. Esta existencia es corta y por lo tanto debemos enfocarnos en sacar lo más valioso de nosotros para realizarnos con éxito.
Motivación para seguir viviendo
El rostro acongojado de algunas personas
hace nacer en uno toda clase de reflexiones
a veces pensamos que una sonrisa es producto de la felicidad
tal vez se trate de solamente nervios o inseguridad
otras veces observamos rabia y cólera que no se pueden disimular
jamás sabremos que causa tales sentimientos
después hay semblantes con lágrimas y penas tremendas
cualquier cosa pudo haber sucedido.
Es sencillo ser parte de todo esto
lo meramente imposible es poder dar la mano para calibrar tal sufrimiento
creemos que somos el centro del universo
creemos que lo malo no tocará nuestro destino
creemos ciegamente que nos libraremos de la tragedia
pero lo realmente cierto es que sí o sí nos llegará una mala noticia.
¿Quién no ha llorado por dolor, por amargura o por traición?
las penas profundas también nos hacen llorar
luego viene una etapa de sosiego
sentimos que la paz llega porque nos la merecemos
sin embargo hay quienes no pasan por eso y su calvario sigue tan fuerte que nunca
son situaciones que casi no cuentan con soluciones lógicas
cuando aquello ocurre
entonces nos percatamos que nos hace falta algo mucho más poderoso
si eres inteligente habrás comprendido que somos nada sin lo divino.
Cuando las cosas ya no tienen remedio
o este no se puede obtener aunque esperemos demasiado
de inmediato nos fabricamos ilusiones
de inmediato pensamos en lo divino
al fin entendemos que sí existe la fe y la esperanza
por fin nos convertimos en seres espirituales
solamente cuando nos sentimos acorralados por la muerte en persona.
Imaginemos que lo perverso ya pasó
imaginemos que estamos frente a un problema ya resuelto
¿acaso no nos encantaría seguir siendo felices respetando la paz que nos envuelve?
¿acaso no nos fascinaría seguir mirando la naturaleza o la belleza del ser amado?
¿acaso el aliento que nos obsequian los árboles no es suficiente como para verlos de pie?
¿acaso despertar cada mañana no es un verdadero regalo que debemos aprovechar?
¿acaso amar con sinceridad y para el resto de la vida no es una bendición?
¿acaso un hijo no es un incentivo para luchar por nuestros ideales?
Muchos se sienten morir porque no han conseguido ser exitosos
otros por más que luchan no ven recompensas
algunos cuantos no son engreídos del amor
y también hay quienes dejan de existir y no hicieron nada
por eso es que si nos queda fuerza en el alma
en verdad creo que podríamos utilizarla para desarrollarnos
o para hacer que este mundo lo haga
trabajando para que otros puedan entender el significado de su venida.
Esta vida es demasiado bella y corta como para no valorarla
si nos ha tocado estar aquí es para un propósito
averiguarlo podría ser imposible
pero lo seguro es que mirándonos al espejo nuevamente reflexionemos
y digamos con toda veracidad
¿qué le gustaría hacer a esa persona por el resto de sus días?
Como siempre nos fijaremos en nuestro bienestar
entonces elegiremos la mejor alternativa
la que nos ofrezca gozo, tranquilidad y estabilidad en todos los aspectos
y nada es más grato que compartir lo que nos funcionó
pues el regocijo debe ser para toda la humanidad.
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