Quizás estemos gozando de una hermosa relación, quizás nos vaya bien en la vida como a nadie, quizás el destino ha sido enormemente favorable, sin embargo, esta misma vida es muy inestable, todo puede pasar y si somos débiles pues simplemente sucumbiremos ante cualquier problema.
Uno de esos problemas podría ser la llegada de alguien inesperado para quebrar una relación que se basa en el respeto y la confianza, es así como empezamos a desvalorar lo que la otra persona nos ha brindado, sus mejores años. Tal vez pase lo contrario, y dicha nueva persona mejore el alma de alguien que sufre en silencio.
El paraíso que construimos lo creímos tan sólido y perdurable
imaginamos que nada ni nadie podría derrumbarlo
siempre pusimos nuestra parte para poder seguir adelante
nuestro amor fue la razón de ser
fue nuestra motivación para seguir con nuestras metas y ambiciones
éramos uno y jamás imaginé que tendríamos que separarnos.
Pero la vida es muy impredecible
lo que jamás pasará eso sucede
nos confiamos demasiado al parecer
es difícil comenzar de nuevo porque ya no sentimos lo mismo
todo se ha desmoronado y no hay intención de renovar las ganas de amar.
Todo se volvió una costumbre
todo me parecía tan normal y sin color
te volviste tan indiferente que no supe cómo reaccionar
te ocupaste de tus asuntos más que en nuestro futuro juntos
creo que por eso no me pude negar a otras caricias sinceras
a otras palabras de aliento y a otras promesas de felicidad.
Incluso tu belleza se fue perdiendo
ya no eras la misma mujer carismática
en vez de ello te convertiste en un títere del trabajo
y es que creo que te empezaste a enamorar de tus propios objetivos.
Así pasaron los meses
cuando me tocó darte la noticia lloraste
me sorprendí al ver tu rostro tan inquieto
pero me perdiste tan rápido y de la manera menos esperada
te quise mucho y creo que tú también a mí
pero valoro más las acciones que los pensamientos.
Adiós mi adorable compañera
espero que consigas lo que buscas pues siempre te has esforzado para sobresalir
espero que yo pueda ser feliz en aquella otra ciudad
donde brilla el sol de primavera.
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