Esta vida está llena de sorpresas, algunos sonríen, otros sufren porque el amor les es esquivo, sin embargo, siempre y a pesar de todo, hay esperanzas. La realidad es muy dura en ocasiones, lamento tener que escribir sobre esto, pero es un tema que se toca con mucha frecuencia e intención para la creación de música, versos tristes, cartas al desamor, en fin.
Y es que cuando alguien no es para nosotros pero que podría fácilmente compartir su dicha con la nuestra, se genera una especie de inquietud que es casi imposible controlar, es una verdadera pena no poder alcanzar la felicidad con el ser que queremos sabiendo que está en los brazos de la persona que escogió primero.
El amor de una mujer ajena
Apareció en mi vida cual paloma perdida y con hambre por la vida
la acogí como si fuera mía
sentí por algún momento que yo sería su dueño
¡pero cómo pasa el tiempo!
tuvimos varias vivencias sin igual, una aventura romántica como pocas
hasta que su extrañeza por el mundo que le ofrecí le empezó a molestar.
Si a veces las personas cambian
no saben cómo reaccioné al verla partir como si nada hubiera pasado
ella ya tenía dueño, uno que estaba lejos pero que volvió
para reclamar el amor de su querida
una mujer que protegí como nadie lo hubiera hecho.
Me enamoré como un jovenzuelo
me ilusioné como un soñador empedernido
me creí un ganador en el amor
pero la desdicha que me embarga
me ha quitado las ganas de saber
si existirá alguien para mí en el futuro.
Estas palabras que escribo son reales y reflejan mi profundo malestar
al ver que la reina que un día me quiso con dulzura
ahora le ofrecerá su belleza a otro, que estaba lejos y regresó.
¿Será posible que me merezca esto?
o será que debemos ir atentos para no dejar que el mal nos corrompa
es una decisión que se debe tomar
pues las desilusiones están a la orden del día.
Me fallaste a pesar de mis cuidados,
tus promesas de amor perdurable ya se desvanecieron
mas tus recuerdos los tengo como imágenes en alta resolución
impregnadas en mi mente
clavadas en el corazón,
jamás debiste jugar con una persona tan enamorada
no tienes idea de lo que se siente
y te amé tanto que aunque me dijeras vuelve,
no iría pues no deseo ser cómplice de la infidelidad.
Ella ya me olvidó
pero yo la pienso cada día que transcurre
cerca de aquel parque
en los lejanos campos maravillosos
en el lecho donde aún creo respirar su aliento.
Domingo en la noche,
un día como hoy fue cuando capturé a mi paloma
un año después ya no la tengo
un año después la recuerdo ahora.
Para terminar aquí les dejo un videoclip de Eddy Herrera llamado Ajena que describe correctamente las palabras de este poema.
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