Nunca estuve más feliz

La vida nos lleva por caminos inciertos y llenos de misterio. Nos preguntamos por qué nos toca experimentar desde tragedias hasta alegrías imprevistas cargadas de mucha euforia. 

Sin lugar a dudas, así es nuestra vida, la que sufrimos y la que gozamos, de vez en cuando. 

Pero no todo es dolor ni “penurias sin sentido”, también hay alegrías que nos motivan a ser grandes personas. Como el amor de una madre, el cariño sincero de los hijos, el abrazo fraterno de un padre, la consideración de los buenos amigos o el amor de la mujer que nos ama de verdad. 

Una y otra vez tenemos que luchar con nosotros mismos para salir adelante, esto es más sencillo si nos está tocando ser dichosos. 

Nunca estuve más feliz 

Salí de mi hogar en busca de un destino diferente 
no como el que me espera en mi ciudad natal 
allí donde la maldad carcome las buenas intenciones 
donde ya no hay hambre de objetivos comunitarios 
donde ya no hay patriotismo ni amor propio 
salí para ser diferente. 

Salí también porque nunca veía el mar 
porque el polvo nublaba mi visión de mejoría 
porque el concreto y la contaminación expulsan a cualquiera que desee salud 
porque sentía que mi ambición decrecía 
aunque los muchos árboles tan verdes inspiraban esperanza. 

Sólo un camino tuve 
y decidí ir contra la corriente y en contra de mis seres amados 
mi casa, mis padres, mis hermanos, mis amigos y mi novia 
gente inolvidable pensó que no era buena idea 
pero partí decidido y lleno de confianza 
ni siquiera las lágrimas que brotaron mermaron mis ganas de viajar. 

Pero llegó el momento 
mi nuevo destino estaba en frente 
tenía que actuar ya y no dejarme vencer 
había muchos que estaban detrás de mí esperando resultados 
mi aliento tenía que cumplirles. 

Pero las cosas no salen como uno las planea sólo con el corazón 
y la promesa de un buen futuro se desvaneció 
se alejó la confianza y la motivación 
mi corazón se quedó completamente vacío 
mis esfuerzos no fueron del todo recompensados 
bajé la cabeza y opté por regresar. 

¿Qué podía yo contarles a esas personas que me esperaban? 
sé que algunos no regresan hasta que hacen de las suyas 
en mi caso era mejor volver 
pues el fracaso me golpeó de una forma tan cruel y despiadada 
sentí que no volvería a reír 
pues una caída tan estrepitosa sólo es sinónimo de muerte. 

Pero todo debe continuar 
hasta quienes se caen tan fuertemente se levantan 
y tenía que prepararme para todo. 

Jamás esperé un recibimiento tan cálido 
jamás imaginé ser tan apreciado 
jamás se me ocurrió que la verdadera felicidad estaría en casa 
¿cómo es que se me olvidó? 
¿acaso ya no lo recordaba? 

Después de este espectáculo no volveré a alejarme 
sé que las cosas son duras en el lugar que me vio nacer 
pero intentaré despejar lo contaminante para no desviarme de mi camino 
seguiré creyendo que hay oportunidades 
y ya no dudaré del amor y cariño de quienes me rodean. 

Ahora sé que tengo un respaldo 
ahora sé que tengo muchas razones para decirle no a la derrota 
ahora me invade una intención distinta 
ahora mis risas son más que auténticas 
ahora mis abrazos son tan fuertes como los que me regalaron mis amados 
ahora mi mentalidad ganadora es tan recia como los árboles que me inspiraron 
ahora ya no cederé ante la corrupción ni ante la envidia.


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