Uno no tiene derecho de dañar a otras personas, aunque se lo merezcan en muchos casos. Con respecto al aspecto bendito del enamoramiento, pues creo que no nos gustaría para nada que nos engañen y nos hagan derramar lágrimas de sangre.
Falsas Esperanzas
Uno no tiene derecho de dañar a otras personas, aunque se lo merezcan en muchos casos. Con respecto al aspecto bendito del enamoramiento, pues creo que no nos gustaría para nada que nos engañen y nos hagan derramar lágrimas de sangre.